La llegada
de Espelunca fue muy conveniente, pues a
partir de ese momento, Ulaque y Ula Ula se hicieron amigos. Ula Ula pasaba muchas horas en su casita acompañando
al buhito y Ulaque venía muy curioso a observar
cuando le dábamos la comida. A raíz de esto Ulaque ha cambiado su actitud
frente a Ula Ula y otros más que han pasado por este consolidado hogar de paso de
búhos silvestres.
En las
noches escuchamos, en los alrededores de la casa, el ulular de dos ejemplares que
suponemos son Ulaque y Ula Ula.
Por estos días
tenemos en casa a una hembrita que está aprendiendo a volar y cazar antes de
ser liberada.
